Por fin ya pasó. Amables señoritas se calzaron mis andrajos y desfilaron cuales gráciles cadáveres en un glamuroso paseo por el camposanto. O eso me imaginaba yo.
Las fotos no son muy buenas y pierden bastante color, pero no tengo más.
He de decir que no me fascina hacer desfiles, nunca quedan como yo espero.
Aquí, un video no muy bueno de cómo quedó.
Atención a la cutrez de Inedi (si buscais una escuela de moda por Bilbao, pedir antes opiniones) y a la pantalla grande con comentarios de Twitter.
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