miércoles, 11 de noviembre de 2009

No das tu opinión, impartes tu bendición


El pintor insinuaba...
El escritor criticaba...
El escultor expresaba...
EL diseñador exponía...
El poeta quería decir...

Mierda querían. No se hace más que interpretar cada uno a su manera lo que alguien quería decir. Sólo el creador sabe qué hace con lo que hace. Tratemos de entender las obras, pero no busquemos la verdad absoluta en palabras de críticos malogrados, de estudiosos o de enteradillos. Inetentando buscar un pasado turbio, mentando a la madre, su infancia, incluso sus filias. Lo que hicieron con el buen Carrol, dar mil vueltas a su más famosa obra, cuando puede, que simplemente, como a mí me gusta tomármelo, es una historia fantástica y absurda escrita para una niña.
Todo esto viene a cuento de lo que de más cerca me incumbe, el sucio mundo de la moda. Llamémoslo trapitos, por favor, para evitar que me de diarrea. Quién dicta quién es un genio y quién un triste aficionado sin talento? quién es quién logra llegar a pasarelas, ser conocido, presentar sus trabajos? cuántos hilos se han movido? cuántas noches en bares (y baños ups!) de modernos? cuántos cables, contactos y enchufes? (vale, no con toooodos es así)
Pero no , no era eso a lo que iba, iba a lo que se supone que quieren expresar. Quién sabe en qué pensaba cuando boceteaba en micasa escuchando a los Adicts? Está bien intentar buscar un por qué a las cosas, pero no todas han de tenerlo. Creamos en el absurdo también! el sí por que sí! Demadias vueltas a algo que igual no es nada. No digo con esto que no sepamos más de nada ni dejemos de lado el estudio, la descomposición, el observar raices y vientos, pero no nos ciñamos a lo que nos digan.
Así dan ganas de el hacer por hacer, que cada uno se lo tome como quiera y hacer una magnífica obra para todo el mundo, pues cada individuo se lo tomará de la manera más apetecible para él. No más pensar en una idea ni un concepto. Haz algo y a otro simplemente se le antojará dar la vuelta a lo que has trabajdo, incluso discutiéndote a tí mismo, que has sido el cerebro (por llamarlo de alguna manera), tu propio diseño. Banalidad, frivolidad, estética, fetichismo, se convierten en libertad de expresión, preocupación, solidaridad, ayuda. Joder, tan mal lo he hecho?

No hay comentarios:

Publicar un comentario