miércoles, 19 de octubre de 2011

Chez Suturier


Por cierto, pequeño apunte de mis... aficiones? sólo por un tiempo, espero decir algún día que son mis ocupaciones. Por si ustedes, mi gran público, aún no lo han visto (hay un enlace ahí a la derecha, en este mi nuevo y bonito blog), ya está disponible un nuevo sitio donde exhibirme, donde mostrar los resultados de no saber cómo matar el rato, por fin un portfolio. Podría ser más extenso, más cuidado y profesional, pero de momento habré de contentarme con esto. Más tiempo y más calidad darán algo más serio, tiempo al tiempo!

Ahora sí, no les hago esperar más. Damas y caballeros, coprófagas y necrófagos, castas y pervertidos, con todos ustedes... La Maison d'Amancay Suturier!

Amancay Suturier

Reúnanse en familia y disfrútenlo.

sábado, 8 de octubre de 2011

Home, bitter home

Nueva etapa a la vista. Tras un fracaso en cierto modo agradable por los buenos momentos vividos y un regreso con la cabeza gacha, por fin comienzo a sentirme con fuerzas para erguirme de nuevo y apretarme el corset del cuello, lo que me hará mirar siempre hacia arriba, con optimismo, como si de un P. Tinto me tratase.

Y ahora? Ahora a expandir el imperio suturier: hacer recuento de material, sacar punta a los lápices, abrir botes de lejía, afilar las tijeras, peinar los pinceles, enhebrar las agujas... y con un café/té en la mesa sacar lo que pueda de mi quijotera para poco a poco lograr hacerme un hueco en los armarios y cajones de inadaptados, inconformes y curiosos. O de quien guste de portar tales creaciones.

De momento, he adecentado la apariencia del blog ,del contenido... no me hago responsable del todo. Habría cosas que eliminaría, pero qué demonios, no es acaso este mi pequeño espacio de defecar pensamientos?

martes, 24 de mayo de 2011

Kebab de cuello uterino


No soy demasiado fan del porno, casi todas me parecen igual de aburridas y mal hechas, por mucho que digan que si post, que si feminista, que si alt, que si indie... pamplinas! Mismo principio, mismo intermedio, mismo final. Pero no era de este género cinematográfico (?) y de mis gustos de lo que quería hablar, eso lo dejo para otra entrada. Hoy quiero centrarme en un detalle que me llama la atención y me da cosica, algo que deberían resolver las actrices y quienes les hacen la manicura. Muchas se empeñan en llevar largas uñas cuadradas, y ya sabeis dónde acaban esos dedos y esas uñazas en muchas ocasiones. Al ver una escena de dos chicas puestas a ello, siempre llega el momento taladradora manual, en el que me tengo que tapar los ojos para no pensar en la masacre que tiene que estar sucediendo ahí dentro, haciéndose filetillos de pared vaginal. Puaj.

Pensamiento absurdo del día redactado.

lunes, 18 de abril de 2011

Queja número tantasmil


Los hay más bonitos y más feos, con aureolas a lo galleta Maria o como monedas, en punta como conos de carretera o más redondeados como una gominola, los hay rosaceos o marrones, claros y oscuros, grandes y pequeños... para todos los gustos! Todos hemos tenido uno entre nuestros labios, y muy a menudo lo seguimos haciendo. Pero hay qien no quiere que los pezones femeninos se muestren. En cambio sí los masculinos. Es cierto que los femeninos son más apetecibles, pero no por eso hay que armarse para una guerra por cualquier imagen en la que aparezcan. Ahora me pregunto... si un hombre se implanta dos mamellazas... sus pezones cuentan? No entiendo la estúpida censura moral respecto a esto. He visto ejecuciones y cadáveres mientras comía, pero allí donde iban dos pezones sólo veía pixels. Puedo alojar fácilmente fotografias de senos prácticamente al descubierto pero no la cumbre de ellos. No puedo poner una foto de un cerdo hinchable con tetas, tampoco mostrar ciertas obras por lo mismo. Pudiendo parecer simple diré "queremos ver tetazas!" No, no estoy nada fina hoy.

Es una queja tonta, pero es una queja más. Joder, me encanta quejarme.

martes, 29 de marzo de 2011

Trazos y morralla


Decido que es el momento idóneo. Escojo algo de Peggy Lee, Jill Tracy, Aznavour o algo similar, música tranquila para la contienda que ha de venir. Preparo el campo de batalla sacando distracciones de mi vista, mejoro la iluminación y borro sombras. Me armo con un lápiz, me escudo con una goma y me enfrento a un DIN A4 en blanco. Exprimo mi cabeza, boceteo lo que pretendo y nada. Deshago lo dibujado. Comienzo con otra idea, no madura, y al intentar borrarla arrugo la hoja. Blasfemo a nivel moderado. Voy a por algo de fruta y dejo que me de un poco el aire. Bebo agua fria. Regreso al terreno conflictivo. De nuevo me pongo en posición. Intento algo más simple, un cuerpo desnudo a la espera de una expresión, un atuendo y un entorno. Hago un cuerpo deforme. Me cabreo, hago una pelota con el papel, blasfemo tremendamente y me voy a la cocina. Y vuelvo a perder la partida. Una vez y otra vez y otra vez.

Voy andando por la calle, paseando junto al río, veo algo que me da una idea. Me pilla sin armas, ni un boli, ni una servilleta. Llego a casa y a duras penas logro recrear lo ocurrido en mi quijotera.

Es tiempo perdido forzar la inspiración, pero debería estar más atenta al momento en el que va a aparecer. Normalmente me visita en ese momento en el que no estoy despierta ni tampoco dormida, a medio camino entre el sueño y la realidad, en ese etat second en el que imagino escenas que por la mañana siguiente sólo serán un vago recuerdo, un "joder, tenía que haberme levantado y apuntarlo". Hay quien sólo se inspira en los momentos tristes. Yo prefiero crear cosas que hagan esbozar una sonrisa y dejar constancia y recordar sólo los buenos estados de ánimo. Ya pasó mi época de odiarme y ronronear disfrutando de mis propias lágrimas. Ya escribí todo lo negro que podía escribir. Ahora quiero dibujar en colores, adorar las buenas líneas curvas y rendir culto a lo estético y lo prescindible. Cuerpos imposibles, belleza incómoda.

Parece que mis musas han vuelto. Varias pelotas de papel arrugado después, la tinta de tres modestos bics (negro, azul, rojo) y un rotulador verde han vencido a la blancura del DIN A4. No se acercan a ser algo admirable, cuatro meses de falta se notan, pero servirán para tapar las imperfecciones de la pared.

Para ilustar esta entrada, el cadáver de un boceto.

viernes, 18 de marzo de 2011

Despierta!


Algo más de dos meses depués de la última entrada en mis Absurdeficiencias (una de las dignas de olvidar) creo que ha llegado el momento de desperezarme y volver a volcar aquí mis descubrimientos, desventuras y absurdeces.
Varias veces he estado delante del "Crear nueva entrada", pero como cuando por las noches me mandaban a la cama por dormirme en el sofá, me daba pereza y ahí me quedaba un rato más, una de mis mitades atenta a mis sueños, la otra intoxicada por la tele y las charlas prescindibles. Ahora es parecido, la parte que me envenena otra vez es la realidad. Intento implosionarme y dedicarme absolutamente a mis ideas, creaciones y tontadas, pero continuamente escucho mi propia voz, que me habla de deberes que arrancan de mi ensoñación.
Ya que me veo obligada a despertar,por lo menos que sea en un estado onírico constante y que se vea reflejado aquí, para poder recordarme a mí misma algún día.

Por cierto, buenos días.

sábado, 15 de enero de 2011

Pierdeaños feliz

Después de veinticuatro años, cuando debía festejar el vigesimoquinto, me he dado cuenta de que lo que yo creía una tonta celebración al azar del desmeritado (esta palabra existe?) día en que mi madre me expulsó de su útero para empezar a acabar, en realidad sí despertaba algún interés en mí, en una esquinita muy oculta en mis entrañas había una pizca de ilusión . Y ha sido un tremendo asco descubrirlo.

sábado, 8 de enero de 2011

Porcelana rellena de vísceras y demás exquisiteces

Siempre he detestado las figuras de porcelana al estilo Lladró. Y los jarrones del mismo material me parecen más bien simplones. No le veo la gracia a los juegos de té ni a las soperas. Y de las muñecas de porcelana no me fío. Nunca pensé en querer decorar con esta cerámica por mucha delicadeza y buen gusto transmita. Incluso lo veo algo bajo, adornando televisores y baldas de fotos de comunión junto a recuerdos de bodas con esa specie de caramelos ultra duros con almendra envueltos en un trocito de tul.


Eso pensaba hasta que hace ya un tiempo vi lo que hacía Jessica Harrison. Entre otras obras que merecen ser vistas, llamó mi atención sus decorativos personajes. Sí, también son figuritas de porcelana, vestidas al estilo del siglo XIX. Tan poco llamativas como el resto, si no fuese por los detalles, que aún siendo macabros, no les hace perder la sonrisa. Incluso los craneos, aunque estos siempre sonrien.