Anónima

Buscando el anonimato, sin llegar a salir con una bolsa en la cabeza, sino para historias tontas, he usado todos los nombres. Sí, yo creo que los he tenido todos (soy de Bilbao y exagero si quiero!).
El mío me gusta, por lo menos desde hace unos 18 años. Antes de eso quería llamarme Rosita (sería por Rosa García? Sí, joder, no os acordais? La chica que le gustaba a Chicho López. Sigo siendo fan). Luego crecí (puede que algo más rápido que el resto) y empecé a ser algo diferente. Entonces me gustó mi nombre, bastante exclusivo y desde entonces sólo he sabido de 3 chicas más. Una en Vitoria, otra de nomeacuerdodónde y otra argentina, pero ella es mi prima y aunque no le conozco, se lo perdono.
Aún gustandome, siempre me he puesto y firmado infinitos nombres y añadido apellidos. Todos con poca fotuna, pues al de poco se me ocurría otro que sonaba amejor. Bien mirado no era así. Ni es así. Mi padre me pregunta a veces que por qué me echo tanta mierda encima. Todos sonaban a algo podrido. A mi madre tampoco le hacen ninguna gracia. A mí sí. No puedo recordarlos todos y algunos me dan un poco de vergüencilla (de esto tengo a toneladas, por cierto). Ahora, desde hace un tiempo me hago llamar Malhecha. Me pareceque puede sonar bien para cualquier cosa que haga, al fin y al cabo es como me sale la mayoría de lo que hago. No porque sean literalmente mal hechos (que algunas cosas las hago bien) sino porque me gusta lo imperfecto, lo inacabado, lo que no se debe hacer, lo que está mal visto, lo inadaptado...
Hace poco hablamos durante la comida de si algún día tenía marca propia o llegaba a la gente (en bares y puestos de camisetas en fiestas, que a más no sé yo...), cómo me daría a conocer. Y sí, lo de mi nombre, el de verdad es más serio y suena a de verdad. Es neutro, pues no tiene significado llamativo pero a la vez no es algo común. Pero a para mí es como si le pusiera a lo que hago Modas Loli. Sí, está bien no llamarme Dolores. Mmmm... dolores. Costuras Dolorosas. Joder, tampoco habría estado tan mal.
Mejor me dejo de chorradas y me pongo a coser.

Por cierto, me llamo Amancay.