martes, 15 de septiembre de 2009

Esa secta llamada Facebook


Ya hace unos meses unas amigas (a quienes veo cada muerte de obispo) me quisieron captar. Entonces no lo hice, y espero no tener que hacerlo ahora. No se puede ser tan jodidamente cutre como para colgar los calendarios, fechas, noticias y a ctualizaciones de clase en el Facebook. Es muy ridículo, más cuando ellos mismos imparten clases de creación de páginas web. Menuda tontuna.
Ponerme en contacto con gente que tenía perdida? Si he perdido el contacto será por algo. Otros, con los que hablo menos a menudo? es porque ya no veo la necesidad de hablar tanto. Conocer gente nueva? No quiero conocer a alguien que es el primo del novio de la hermana de un amigo. No soy muy sociable, y no voya a aparentarlo por estos sitios. No me saludas por la calle y estarás contento de verme por ahí. No seas mentiroso. Si quieres contactar para algo, puedes. Hablar con los amigos de siempre? Para eso tengo el teléfono, y aún mejor... a ellos. Joder, se está perdiendo el puto contacto humano. Y si vives muy lejos, no es el mejor método. Te puedo mandar un correo, sólo a tí, que no se lea por ahí, no enseñar fotos personales para que todo el mundo opine. Ya estamos bastante vigilados por el infernet para que me pueda vigilar todo el mundo que lo use. El Gran Hermano de Orwell tiene muchos nuevos nombres.
Al final tendré que colgar la foto de un chorongo y hacerme una cuenta con el nombre Soygilipollas para poder ver qué desfiles hay, cuándo son los exámenes o qué día no tengo que ir. Hay que joderse.

Dios, qué mal escribo

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