Tremendas ganas tenía de videarla, y no habiendo podido ir el día de su estreno por riesgo de enviudar, tuve que contenerme una semana para asistir a su visionado.
Para entrar, primero obligadas cervezas y porqueridas que crujan en el cine. Tras sentarnos, comernos los desgastados anuncios de concesionarios y sidrerías, y ver lo que parecían los anuncios de peliculas de sobremesa de Antena 3, comenzó la última de Tarantino. No parece suya, y no es porque falte la violencia y la sangre, que sí que falta, pero no es imprescicndible en algo de Quentin. Lo que sí eché de menos, fueron los diálogos a los que nos tiene acostumbrados. Dónde qeudaron conversaciones absurdas, historias cotidianas y monólogos interminables? Aquí no los ha dejado, y por eso digo, que siendo (al menos para mí) su marca inconfundible, no parece hecha por él. Como película, muy buena, bastante larga y nada pesada como para qeu en algunas sesiones hiciesen un descanso. Será que la gente se mea mucho porque bebe mucha Caca-Cola en el cine, pero hijos, con medio litro de cerveza da para toda la película.
Una peli de guerra? No, aunque su época, situación y personajes nos lo haga creer. Un western? Tampoco, aunqeu su música y algunos detalles me lo haga parecer. Una peli violenta? Nein, aunqeu su historia (soldaos judios matando nazis) lo parezca. Una nueva genialidad Tarantinítika? Eso dbe ser, aunqeu a primera vista no lo parezca.
Y qué malo el Sherlock nazi y cómo mola el Bastardo Hugo.
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